El aumento de las temperaturas y el descenso de la humedad hacen del verano el momento propicio para los incendios forestales. Es entonces cuando el fuego puede convertirse en una fuerza destructora capaz de acabar con ecosistemas completos y de devorar cultivos y hogares. Además, la mayoría de los focos tienen una cosa en común: la mano del hombre es la que los ha originado. «El hombre es la principal causa de los incendios. El 90% de los fuegos se produce de forma intencionada o por negligencia», aclara Carlos Novillo, Director General de Protección Ciudadana de la Comunidad de Madrid. «Por ...